martes, noviembre 9


 En realidad no tengo las palabras correctas y concretas para al menos intentar explicar la magnitud de lo que te amo.
Perdón por no escribirte y presumirte más de lo que podría. Todavía no me sale bien... Aun que doy fe de que no hay día o noche en que no te abrace y te diga lo que te amo. 
Estás gigante, sos alegre, sos una maquina de aprendizaje y un motor de arte que va circulando por la vida dibujando todo lo que tiene en frente. 
No fue ayer que pesabas dos kilos y medio y medias cuarenta centímetros No fue ayer, pero fue relativamente hace poco.
"Qué grande está", "qué iguales son", "qué amorosa, que simpática" me dice la gente que te conoce y también los que no.
Cómo si no supiera, como si no estuviera a cada segundo observándote. Ya lo sé, idiotas, está enorme, gigante, pesada, chillona y ambiciosa de conocimiento. 
Adoro los momentos en que la frustración te supera y todo se vuelve un llanto desconsolado, adoro cuando puedo estar ahí, abrazarte y saber entenderte. Aun que todo se resuma en un abrazo eterno a la noche o una conversación en la tarde. 
Tenes ideas locas, preguntas sin respuestas, queres hacer viajes a las estrellas a buscar al abuelo o pasear por los planetas. Te gusta la magia, todos los colores y los arcoíris en específico. 
Estuve perdida con vos en brazos durante demasiado tiempo, perdí tiempo valioso o no lo pude aprovechar más de lo que sabía. Lamento si soy solamente esto o que nuestra economía sea tan escasa que tenga que reprimirte todos los gustos y las grandes cosas que podrías aprender. 
Todavía estoy aprendiendo a mejorar y a vivir fuera del pozo depresivo que me tenía con una soga en el cuello. 
Vamos a estar muchísimo mejor, no sé si con mucho o con poco, pero siempre juntas riéndonos mientras me contas tus nuevas historias y las nuevas cosas que descubrís cada día.

Estuve mucho tiempo ciega, mucho. Y vos fuiste la mejor decisión a ciegas que pude tener. 
A muchos los mueven otras cosas, mi mundo se acomoda y vuelve a girar cuando me buscas entre la gente, me encontrás y solo decís "mamá, te amo". 

Eso es suficiente nafta para motivarme y seguir todavía. Con vos de mi mano, cuidándote, amándote como te mereces. 



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